El incesante aumento de CO2 en la atmósfera ha espoleado el interés por la conservación y restauración de los sumideros de carbono biosféricos como ayuda para atenuar esa tendencia. Durante la última década se ha venido generando abundante información sobre el posible papel de la vegetación costera como sumideros y reservorios de carbono significativos identificando a marismas, manglares y praderas de fanerógamas marinas como principales exponentes. A este carbono se le conoce como Carbono Azul (CA), por coherencia termiológica con el carbono verde, aquel acumulado por los bosques terrestres.
El campo de investigación en torno a los ecosistemas de carbono azul es poliédrico, emergente, y necesitado de una aproximación genuinamente transdisciplinar y holística, incluyendo la biología, la ecología, la economía, la filosofía, o las ciencias sociales y políticas. Serán necesarios esfuerzos conjuntos para hacerlo avanzar en el sentido correcto y con el máximo rigor a nuestro alcance tanto en el ámbito de la investigación como en el normativo o en el de la implementación.
Es en este contexto en el que nace el Grupo Español de Expertos en Ecosistemas de Carbono Azul (G3ECA).